Foto: Como sabéis aquí en Londres en Español usamos nuestras propias fotos y contenido audiovisual en la inmensa mayoría de casos, y si no lo hacemos siempre damos crédito a la fuente de las imágenes. Por desgracia no estuvimos en Londres en el VE Day (principalmente porque no habíamos nacido) así que estamos utilizando una imagen de The Guardian para ilustrar este artículo.
Cada año el 8 de mayo se celebra aquí en el Reino Unido (y en muchos países más) el Día de la Victoria en Europa, conocido como VE Day (Victory in Europe Day), en el que se conmemora el rendimiento de los nazis durante la II Guerra Mundial y por ende el fin del peor conflicto armado de la historia.
Después del supuesto suicidio de Hitler el 30 de abril de 1945, la administración nazi a cargo de Karl Donitz firmó el Acta de Rendición una semana después, el 8 de mayo, en Berlín. Esto efectivamente le puso fin al conflicto en Europa y tras el anuncio oficial de este importante y tan esperado acto, millones de personas en el continente europeo y en Estados Unidos se echaron a las calles a celebrar el final de uno de los periodos más negros en la historia de la humanidad.
Aquí en Londres el primer ministro Winston Churchill dio un discurso en el que le anuncio al país la buena noticia del rendimiento nazi y del final de la guerra. El discurso se transmitió en radio para todo el país y aquí en Londres se escuchó en altavoces en la Plaza de Trafalgar y en la Plaza del Parlamento.
Tras seis años de conflicto, bombardeos, muertes, pérdidas materiales y la constante angustia y zozobra que debe generar estar en estado de guerra los londinenses estaban listos para celebrar el fin del conflicto. Después del discurso cientos de miles de personas salieron a celebrar el fin de la guerra e inundaron las calles de Londres alrededor los lugares más icónicos del centro de la capital británica: el palacio de Buckingham y The Mall, el Parlamento y la Plaza del Parlamento, Whitehall, la Plaza de Trafalgar y Piccadilly Circus. En los barrios los vecinos salieron a la calle a disfrutar de fiestas improvisadas.
Las descripciones de las celebraciones de ese día -que usualmente se encuentran en libros de historia y medios de comunicación de la época- son de un estado de alivio pero también de celebración eufórica, debido a que la gente estaba dándose cuenta ese mismo día de que uno de los capítulos más desesperados de la historia acababa de terminar. Las calles del centro de Londres se atiborraron de gente celebrando, bebiendo, bailando, saltando, subiéndose a farolas y comportándose como nadie lo había hecho en casi una década.
Alrededor del Palacio de Buckingham las multitudes clamaban ver a la familia real asomarse al famoso balcón del palacio. Los reyes Jorge VI e Isabel (la reina madre) cedieron a la petición del pueblo 8 veces y en cada una de las ocasiones que se asomaban la euforia parecía aumentar cada vez más.
Al caer la noche las principales zonas del centro de Londres fueron iluminadas con gran cantidad de enormes focos de luz. El efecto de la luz tuvo que ser muy grande para la gente, que ya se había acostumbrado a una ciudad en continua oscuridad para prevenir que los bombarderos alemanes identificaran sus objetivos. La iluminación en los principales sitios de Londres permitió que la fiesta se prolongara hasta las primeras horas de la madrugada.
Al día siguiente la prensa reportó cómo en Piccadilly Circus mujeres, soldados, veteranos y hasta algún policía estuvieron bailando la conga formando filas humanas alrededor de la fuente. También se mencionó cómo la policía contribuyó enormemente a las celebraciones al no arrestar y hacer la vista gorda con la multitud de gente que estaba subiéndose a postes de luz, monumentos y mobiliario urbano, causando inevitablemente daños materiales.
El estado de felicidad en el que se encontraba sumergida la ciudad esa noche fue tan intenso que al parecer ningún grupo social del país fue indiferente a las celebraciones de esa noche. De hecho una anécdota que ilustra la alegría infecciosa de ese 8 de mayo es la que cuenta que las princesas Isabel y Margarita le rogaron a su padre insistentemente para que las dejara salir a celebrar con la gente de manera anónima frente al palacio de Buckingham.
El rey Jorge VI, que sin duda compartía la felicidad de su pueblo, decidió darles permiso a sus hijas para que se unieran a las masas a celebrar el importante evento. De esta manera, y a pesar del enorme peligro que este acto representaba, la futura reina Isabel II salió de incógnito a celebrar el día de la Victoria en Europa con sus futuros súbditos.
En las más de 2 horas que las princesas estuvieron celebrando tuvieron tiempo de visitar Horse Guards Parade, Whitehall, la plaza de Trafalgar y finalmente Piccadilly Circus y Soho, una parte de Londres en la que la futura reina estamos seguros vio escenas y escuchó cosas que su infancia sobreprotegida no le había permitido ver y escuchar hasta entonces. Y ahora esta gran aventura que tuvieron las princesas esa noche -y que ayuda a ilustrar el hecho de que todo el país, independientemente de la clase social, estuvo celebrando– se ha dramatizado en una película protagonizada por Rupert Everett y Emily Watson que se estrenará pronto aquí en el Reino Unido.
Esta semana, el 8 de mayo, se cumplen exactamente 70 años desde aquel día famoso en que todo el país se volcó a las calles a celebrar. Para conmemorar el 70 aniversario se han programado varios eventos a lo largo y ancho del Reino Unido. Aquí en Londres los eventos incluyen servicios religiosos en la Abadía de Westminster, una ceremonia conmemorativa en el Cenotafio acompañada de minutos de silencio, una fiesta y concierto enorme en Horse Guards Parade y varios edificios de Londres se iluminarán con la señal ‘V’ de victoria.
Seguid pendientes de nuestro blog de Londres porque en los próximos días publicaremos un artículo con información más detallada de las celebraciones y eventos que se llevarán a cabo aquí en la capital británica para marcar uno de los días más importantes de la historia reciente.