Esta semana, un organismo llamado Canal and River Trust, que se encarga de cuidar de los ríos y canales de Londres, ha publicado uno dato asombroso: cada año el equivalente a 6 millones de barras de pan es arrojado a los canales, ríos y lagos de Londres, principalmente para ‘alimentar’ a los patos y otras aves que los pueblan.
Las intenciones de los que arrojan pan para los patos parecen ser buenas, pero lo que probablemente no sepan es que el pan es muy perjudicial tanto para los patos como para los canales, ríos y lagos.
Para los patos, gansos, ocas, cisnes y demás aves que suele haber en estas zonas de agua, el pan es -como han recalcado desde Canal and River Trust- el equivalente a ‘comida basura’. No es un alimento adecuado para estos animales, y no tiene nada que ver con su dieta natural. Al parecer les causa indigestión, estrés, y grandes cantidades de excremento, entre otros problemas de salud.
Además, el pan también causa destrucción y deterioro en el hábitat de estos animales. Grandes cantidades de pan no digerido por las aves queda en el agua, y este pan húmedo provoca grandes formaciones de algas (especialmente en verano), formando una especie de capas esponjosas de color verde sobre el agua. También atrae a ratas y otros roedores, y propaga enfermedades, además de ‘atascar’ el lugar donde estos animales viven y dificultando la puesta de huevos.
Canal and River Trust está haciendo una campaña para promover que los londinenses (y los turistas) no le den pan a los patos y aves que pueblan los ríos, canales y lagos de la ciudad, y en lugar de pan piden que -si se quiere alimentar a estos animales- se les dé avena, maíz o guisantes.
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